Seguimos
con algunas claves, en la alimentación, para lograr que nuestro
hígado se recupere ante problemas graves, como es la presencia de
grasa o cualquier otro trastorno hepático, que podamos sufrir.
-Consumir
fibra, además, va a limitar el aumento de la glucemia, que puede
tener lugar tras las comidas y nos va a ayudar a poder controlar la
resistencia a la insulina, que es bastante común en el caso de las
personas que están afectados por el hígado graso.
-Consejos
prácticos: debes elegir pan integral, igual que en el resto de los
cereales, como puede ser el arroz, la pasta o el cuscús. Puedes
sustituir los cereales del desayuno por muesli o maíz al natural,
sin poner azúcar. Debes incluir legumbres, según tu tolerancia,
entre 2 y 3 veces a la semana, así como añadir las verduras, a cada
una de nuestras comidas. Las verduras que son de hoja verde son las
más recomendadas, a la hora de poder proteger nuestro hígado.
-No
consumas azúcares simples. Está demostrado que una alimentación
rica en azúcares simples va a reducir la sensibilidad a la insulina
y va a aumentar el nivel plasmático de triglicéridos y de ácidos
grasos libres, lo que puede provocar que suframos una esteatosis
hepática.
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