En todo el mundo, cada día, se toman miles y miles de tazas de té, por lo que es una de las bebidas más populares del mundo, por su delicioso sabor y por sus propiedades beneficiosas para la salud.
Además, nos encontramos con muchas clases de té, que van a depender del grado de fermentación y de oxidación, que haya sufrido la planta. Entre los tipos de té que nos encontramos tenemos:
-Té negro: el té que ha sufrido una fermentación completa, que se ha llegado a oxidar, de manera completa, a lo largo del proceso de elaboración. Por esta razón, nos encontramos con un té con un sabor muy fuerte y un color mucho más oscuro, que en el resto de los tés.
-Té verde: el té que no ha fermentado (por esta razón, se caracteriza por un fuerte color verde), en el que se ha detenido, de forma inmediata, el proceso de oxidación, mediante aplicación del calor, a través del secado en wok ( en el caso de China) o con el uso del vapor (en el caso de Japón). Dependiendo del proceso que se lleve a cabo, los matices aromáticos del té van a cambiar, completamente. El té verde que es secado al wok posee unos recuerdos a tostado y el té verde que se calienta al vapor, posee matices herbales y mucho más frescos.
Foto: fuente
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