viernes, 24 de febrero de 2012

Cosas a tener en cuenta sobre el té (III)


Algunas cosas sorprendentes sobre el mundo del té son, por ejemplo, que el popular té “Rooibos” no es una denominación de té. Estamos hablando de un tipo de té rojo sudafricano, que no proviene de la clásica planta Camellia sinensis. Esta clase de té proviene de las hojas de Aspalathus linearis, un arbusto pequeño, que suele crecer en las magníficas montañas Cedar, que se encuentran en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Esta infusión se caracteriza pro ser muy suave, con mucho aroma y nos va a dejar un recuerdo, bastante dulce, en el paladar. Por esta razón, estamos ante la infusión preferida de muchas personas.
A la hora de elaborar el té, el proceso se divide en distintos pasos, que van a depender del tipo de té que estamos buscando. Lo primero, vamos a recolectar las hojas. Tras esto, vamos a dejar que se marchiten dichas hojas, para que las hojas frescas puedan perder parte de su humedad; a posteriori, se van a enrollar y a cortar, para que se puedan activar las enzimas, que se van a encargar de la oxidación/ fermentación, si lo que deseamos es lograr un sabroso té negro u oolong. Para terminar, vamos a llevar a cabo el calentamiento de las hojas de té, con la ayuda del aire caliente, para poder parar la oxidación y, de esta manera, que las hojas se sequen.
Foto: fuente

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