Seguimos con algunos trucos o consejos para poder enfrentarnos con la “operación bikini”, que está a la vuelta de la esquina. Recuerda que las prisas, en estos casos, no son buenas y, lo mejor, es empezar con tiempo y sin prisas.
-La tentación está en la nevera, en ese electrodoméstico que tanto miedo nos da, instalado en la nevera. Para evitar tener que abrir la puerta, lo mejor es tener, siempre cerca, platos rápidos o aperitivos que nos puedan aportan muy pocas calorías -como pueden ser manzanas, zanahorias, pepinillos, apio, un simple yogur desnatado...-.
-A pesar de todo, sigues sintiendo la sensación de hambre, sigues teniendo ganas de picotear, se recomienda que bebas agua, ya que te va a saciar, no engorda y tiene efecto diurético.
-Haz ejercicio y, si no puedes ir al gimnasio, cosas como ir a dar un paseo al parque, subir y bajar las escaleras de tu casa, bajar una parada antes del autobús...
-Si tienes un “desliz”, no te sientas culpable, ni abandones. Todo el mundo comete un error, lo importante es que vuelvas a la dieta y evites las tentaciones. Recuerda que Roma no se hizo en un día.
-Y, una buena idea, podría ser que hicieras una lista con todo lo que comes, cuándo, dónde y qué situación lo rodea -por aburrimiento, por que sales con tus amigos, por que sufres ansiedad...-. Después, analiza las causas e intenta controlarte, la próxima vez.
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