La carne de pollo es
una de las más sanas, que nos podemos encontrar en el mercado. Es un
alimento, que posee una alta densidad de nutrientes. Recuerda que,
entre el 70 y el 75% de su composición es agua; entre el 20 y el 22%
son proteínas y, para terminar, tiene un porcentaje de grasa, entre
el 3 y el 10. Es rico en minerales como el magnesio, selenio, hierro,
cobalto, cromo y zinc. Entre las vitaminas, tiamina, retinol, niacina
y vitaminas B6 y B12. Pero, su aporte nutricional más importante es
el proteico, además de ser una importante fuente de aminoácidos
básicos, aquellos que el organismo no es capaz de sintetizar y que
deben formar parte de nuestra dieta. En la carne de pollo, nos
encontramos con una media del 40% de aminoácidos, por lo que es un
alimento, de un gran valor biológico. Recuerda que la grasa, va a
depender de la parte del pollo, que vayamos a consumir. Por ejemplo,
la piel tiene un 48% de grasa -o sea, 48 gramos de grasa, por cada
100 gramos de carne-. Gracias a sus propiedades, nos va a ayudar a
reparar los distintos tejidos del cuerpo, proteger del sistema
nervioso y la piel, va a ayudar a la realización de distintas
funciones orgánicas, a causa de su variedad de minerales, va a
ayudar al sistema inmunológico y va a favorecer a la formación de
los glóbulos rojos.
Foto: fuente
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