La horchata no tiene ni
lactosa, ni colesterol, pero si posee un conjunto de enzimas que van
a facilitar nuestra digestión, por lo que se suele decir que su
consumo es muy apropiado, para aquellas personas que tienen el
estómago delicado. Eso sí, siempre que no se le añada azúcar. Es
un antidiarreico ideal, sobretodo, a causa de su gran contenido en
almidón, por lo que su consumo, siempre que no sea abusivo, no tiene
por qué llevar a que tengamos estreñimiento. Como no va a aportar
sodio, es muy recomendable en las dietas de personas que sean
hipertensión, que sufran de una tensión arterial demasiado alta, y,
por otro lado, tiene grasas insaturadas (como es el caso del ácido
oleico), siendo muy positivo su consumo, en el caso de personas que
sufran de enfermedades cardiovasculares.
Foto: fuente
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