Los
alimentos que vamos a elegir, la cantidad que vamos a degustar y las
bebidas, que nos van a acompañar, que van a componer este “picoteo”
para el verano, deben mantenerse en equilibrio, con una alimentación
que debe ser rica, con sabor y que cuide nuestra salud. Hay que decir
que todas las estaciones tienen los mismos días y, aunque parezca
mentira, duran lo mismo; pero, nos encontramos que los meses de
verano parecen los más cortos, tal vez, por que son los más
esperados, por la mayor parte de la gente, ya que son los más
apropiados para poder sacarle el máximo partido, a la casi infinita
cesta de temporada, ya que nos vamos a encontrar con una gran
cantidad de crujientes verduras y hortalizas, frutas muy dulces y
carnosas, con los mejores pescados y los mariscos más ricos. A lo
largo de estos meses, la idea de comida va a tener un significado,
que va a ser algo ambiguo, ya que todo le vamos a llamar “comer”,
cuando, no siempre, estamos haciendo una comida, como tal. Por
ejemplo, nos encontramos que tomarse un bocadillo en la playa, es
comer; probar una tapas en una terracita es “comer” o merendar
unas piezas de fruta es “comer”.
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