Pero,
las ensaladas no son los únicos que podemos comer crudos, también,
tenemos los siguientes:
-La
fruta fresca, en todos y cada uno de sus formatos, texturas o formas,
como puede ser al natural, en brochetas, en macedonia... Una idea muy
original es mezclar trozos de fruta fresca, con la mermelada, en las
tostadas, a la hora del desayuno. Va a ser una gran oportunidad para
poder aprovechar la corta temporada de las bayas rojas, como pueden
ser las moras, arándanos o las frambuesas; y para poder elaborar
mermeladas caseras, en nuestra propia casa.
-Un
puñado de frutos secos. Las castañas y las avellanas se conocen por
ser una gran fuente de antioxidantes, pero, todos los frutos secos
poseen un fuerte valor nutricional. Las semillas de calabaza, de
sésamo o de lino se pueden añadir a las ensaladas o a las cremas
para hacer que sean más interesantes.
-Realizar
mezclas de frutas desecadas. Así, vamos a tener las uvas y las
ciruelas, los higos, los orejones y los dátiles, que pueden ser una
importante fuente de energía, además de una fuente de minerales,
fibra y de algunas clases de minerales.
Foto:
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