miércoles, 11 de abril de 2012

Qué comer si sufro gastroenteritis (III)


La falta pasajera del apetito sólo va a provocar una serie de problemas en el cuerpo, que son secundarios, en este caso, como pueden ser la desgana y la debilidad. Con dejar pasar, entre dos y tres días, nos va a llegar. Cuando los síntomas empiecen a cesar, entonces, no habrá mejor dieta que la de dejarse llevar por el sentido común y seguir lo que nos pide el cuerpo, o sea, comidas que sean livianas, sin muchos condimentos, que sean suaves y en cantidades pequeñas.
Durante el período más agudo, nos vamos a encontrar que lo mejor tras una dieta astringente y sin fibra, o sea, tras una pausa de reposo digestivo (ayuno), lo característico de la dieta va a ser la introducción progresiva de alimentos, que sean de carácter astringente y sin ningún tipo de residuo (o sea, sin fibra), con la finalidad de poder normalizar el funcionamiento del intestino. Cuando la evolución está siendo favorable, hay que empezar a recuperar una alimentación normal. Por esta razón, se va a iniciar la dieta con alimentos secos, que van a necesitar una buena masticación, como pueden ser los biscotes o pan tostado, las tortas de arroz, patata y zanahoria cocida, jamón cocido, arroz blanco, una tortilla bien cuajada, pechuga de pollo hervida o a la plancha, pescado blanco (puede ser merluza, bacalao, perca, pescadilla o gallo) y unas pequeñas porciones de fruta fresca, eso sí, que esté bien madura, como puede ser la pera o el plátano.
Foto: fuente

No hay comentarios:

Publicar un comentario